Las personas tendemos a perder el respeto al dinero que no nos costó trabajo conseguir. Y la herencia, como es un ingreso que no planeabas tener, que no proviene del fruto de tu esfuerzo, trae consigo complejidades. La gran mayoría de nosotros no contemplamos en nuestro presupuesto lo que recibiremos de herencia cuando cierta persona fallezca (eso sería macabro).
Por eso cuando de pronto tienes un inmueble nuevo, o una cuenta de banco más robusta, la vida puede complicarse.
¿Qué hacer ahora?
Si recibiste un inmueble toma en cuenta lo siguiente:
1. Si se trata de una casa o un departamento, por favor olvida la idea que has heredado un activo. Lo que heredaste es un pasivo que puedes convertir en activo. Si rentas ese bien para, al menos, cubrir los gastos de mantenimiento y, en el mejor de los casos, obtener una ganancia extra, entonces has conseguido convertir un pasivo en un activo.
2. La casa o el departamento, en sí mismos, son generadores de gastos por lo que si decides mudarte a él, debes tener la capacidad de soportar los gastos de mantenimiento, servicios e impuestos que ese bien trae consigo. Has las cuentas antes de simplemente decidir mudarte a la casa nueva.
Si recibiste dinero, te pido por favor que consideres:
1. Date un tiempo antes de comenzar a tomar decisiones de gasto o inversión.
Es probable que te sientas abatido por la muerte de tu ser querido y ese dinero extra puede ser peligroso por ahora. Toma el tiempo necesario sin tocar un centavo y cuando estés más en calma entonces comienza a planear.
2. No adquieras gustos o hábitos que no puedas sostener.
Cuando recibimos dinero extra tendemos a sentir que podemos comprar o hacer cosas que siempre hemos deseado y hasta ese momento no habíamos podido. Sé prudente y no hagas gastos extravagantes o repentinos que sabes no van contigo, o que en circunstancias normales no hubieras hecho. Muchos divorcios y rupturas familiares suceden justo después de que un miembro de la familia ha recibido una herencia, porque el que ha heredado comienza a comportarse como nunca lo había hecho, a adquirir costumbres o actitudes que antes no tenía, o a realizar actividades que disgustan a la familia. Sé prudente y mantente fiel a quien eres con o sin dinero.
3. Fija prioridades.
Mucha gente nos pregunta qué es lo primero que debe hacer con el dinero que ha caído en su cuenta. La pregunta de vuelta es: ¿tienes deudas? Si la respuesta es Sí, entonces parece que tu prioridad debe ser pagarlas. Esta alternativa no suena tan atractiva como irte al crucero que siempre soñaste o comprar el auto nuevo deportivo, pero piénsalo en términos de tiempo y libertad. Tienes de frente, la oportunidad de ahorrarte años de esclavitud financiera y liberarte en este instante. A partir de mañana serás libre, a partir de mañana adiós a las mensualidades, “tu” casa será tuya realmente, podrás mirar de frente de nuevo a tu hermano que se convirtió en tu acreedor, y todo eso, sin que hayas hecho ningún esfuerzo.
4. Aparta una cantidad para dar a otros.
Aun cuando este dinero haya llegado por causas muy tristes, hay que dar gracias por la provisión que está llegando a tu vida. Porque la gratitud, es un antídoto contra el descontrol, la arrogancia y la imprudencia. Entonces, te sugiero que apartes una cantidad de dinero para dar a otros.
Si acostumbras diezmar como nosotros, apartarás el diez por ciento y lo entregarás a la iglesia a la que asistes. Si no tienes ese hábito, aparta la cantidad que consideres y entrégala a alguna beneficencia o compra algo para una persona en necesidad.
Espero que esto te sea muy útil.
Si tienes dudas, escríbeme a adriana@bienestarfinanciero.com.mx
Te mando un abrazo
Adriana
“Que tus finanzas sean un puente hacia tu propósito en el mundo.”